¿Cuántas veces hemos postergado un proyecto, un artículo, una obra de arte, por esa insaciable búsqueda de la perfección? Esa ilusión que nos promete un resultado impecable, libre de cualquier falla o crítica. Pero, ¿qué precio pagamos por esa obsesión? La respuesta es simple: NO HACEMOS NADA.

La perfección: una ilusión seductora

La perfección es un concepto subjetivo, un ideal que cambia de forma según el observador. Lo que para unos es perfecto, para otros puede ser mediocre. Es un estándar imposible de alcanzar, una meta móvil que se aleja a medida que nos acercamos.

Entonces, ¿la perfección existe?

En mi opinión, es como la realidad. Hay una sola, pero hay tantas percepciones de esa realidad como observadores hay.

Detrás de la máscara de la perfección, encontramos el miedo al fracaso, al juicio de los demás, el síndrome del impostor. Es una forma de autoprotección, una manera de evitar el riesgo de exponer nuestras vulnerabilidades.

Y en definitiva, se transforma en la escusa perfecta para no hacer.

O como dice Seth Godin: "La perfección es un lugar donde esconderse".

La parálisis por análisis

La búsqueda de la perfección a menudo nos lleva a una especie de parálisis por análisis. Nos quedamos atrapados en un círculo interminable de revisión, edición y pulido, sin atrevernos a dar el paso final y compartir nuestro trabajo con el mundo.

Analizamos cada palabra, cada coma, cada pixel, buscando la mínima imperfección. Pero, ¿qué ganamos con ello? ¿Acaso la perfección garantiza el éxito? La respuesta, una vez más, es NO.

Lo suficientemente bueno es suficiente

En lugar de perseguir un ideal inalcanzable, deberíamos centrarnos en crear algo "lo suficientemente bueno". Algo que comunique nuestra idea, que conecte con nuestro público, que tenga un impacto positivo en parte de nuestra audiencia.

La perfección no existe, y si existiera, no sería el objetivo final. Lo importante es crear, es expresarse, es compartir nuestros conocimientos y nuestras experiencias.

El valor de la imperfección

La imperfección es parte de la condición humana. Es lo que nos hace únicos, lo que nos conecta con los demás. Aceptar nuestras limitaciones y nuestras fallas nos permite ser más auténticos y más vulnerables.

De hecho, a menudo son las imperfecciones las que hacen que una obra sea más interesante, más memorable. Las marcas de la humanidad, los pequeños detalles que revelan el proceso creativo detrás de una obra, son los que la hacen especial.

Hace poco escuché decir al periodista y escritor argentino, Jorge Lanata:

"Parte de lo que hace que la obra de un pintor famoso tenga mucho valor, son las imperfecciones propias del pintor."

Nota: en este momento, Jorge Lanata está pasando por una situación delicada de salud y le deseo que se recupere pronto.

¿Cómo superar el miedo a publicar?

Superar el miedo a publicar requiere un cambio de mentalidad. Debemos dejar de ver nuestros proyectos como obras maestras y empezar a verlos como experimentos. Debemos estar dispuestos a cometer errores, a aprender de ellos y a mejorar.

Aquí te dejo algunas sugerencias:

• Establece metas realistas: No te propongas crear la obra perfecta, sino crear algo que cumpla con tus objetivos de mínima.

• Fíjate un plazo: Un plazo te ayudará a mantenerte enfocado y a evitar la procrastinación.

• Comparte tu trabajo en progreso: Pedir feedback a otras personas puede ser muy útil para identificar áreas de mejora.

• Publica de forma regular: La consistencia es clave para construir una audiencia.

• Celebra tus logros: Reconocer tus avances te ayudará a mantener la motivación.

En conclusión

La búsqueda de la perfección es un camino sin salida. En lugar de perseguir un ideal inalcanzable, debemos centrarnos en crear algo "lo suficientemente bueno".

Recuerda, el peor error que puedes cometer es no hacer nada. Así que sal ahí fuera y comparte tu trabajo con el mundo. ¡El mundo te necesita!

Carlos Traseira

PD.: Hablando de no perfección, agradezco enormemente a Javier Fernandez que lee mis publicaciones y me avisa de errores de tipeo o de ortografía. 😲  ¡Gracias, Javier!

PD 2.: Si ha parecido útil, compártelo. Tal vez podamos ayudar a otros a publicar su trabajo.

¿Hay algo con lo que no estés de acuerdo? Te leo.

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